LOS FILÓSOFOS ILUSTRADOS

INTRODUCCIÓN.

La Ilustración o “Siglo de las Luces”, es el movimiento cultural europeo que se desarrolló en el siglo XVIII. Como todo fenómeno histórico, la Ilustración no nace súbitamente.

Surge como consecuencia del racionalismo que se vislumbra ya en la Baja Edad Media y que se desarrolla plenamente en los siglos XV, XVI y XVII debido al auge alcanzado por la ciencia de la naturaleza.

La importancia de la Ilustración estriba en que a partir de su estudio podemos comprender en gran medida el pensamiento de nuestra propia época.

El movimiento filosófico de la Ilustración nace en Inglaterra, en el ambiente de concordia que siguió al periodo revolucionario. Posteriormente se difunde en Francia, donde la razón se hace cada vez más combativa, presentándose como una auténtica arma crítica. También se propaga en Alemania pero con otras características, pues la diferencia de la Ilustración francesa, el Iluminismo alemán (Aufkärung) es menos revolucionario y más tolerante con la religión.

La razón ilustrada es, pues, un instrumento que se encamina hacia la reforma de las costumbres y la sociedad, es una razón que pretende desterrar la antigua concepción religiosa del mundo.

ÉTICA DE LA ILUSTRACIÓN.

La idea de progreso encuentra una gran acogida entre los pensadores de la Ilustración. Éstos creen que la humanidad avanza gradualmente hacia un estado de ilustración y racionalidad. Los ilustrados encontraron en los logros de la ciencia, una muestra tangible del progreso humano.los ilustrados pretendían que el  progreso de la razón implicara no sólo conquistas materiales, sino que también permitiera la realización de una vida cada vez más virtuosa. Esta vida se alcanzaría al constituirse una sociedad perfecta en la que se viviera conforme a la naturaleza y los cánones de la razón.Por otra parte, el progreso a que se refieren los filósofos del siglo XVIII es, ante todo, un progreso humano. El sujeto de este progreso es el hombre. Mientras las especies animales se mantienen dentro de sus propios límites, el hombre, en cambio, ofrece transformaciones sustanciales.